El nombre pez gato deriva de los tentáculos o barbillas
que se extienden a cada lado de la mandíbula superior y, en algunas
especies, también de la mandíbula inferior, semejantes a los bigotes de
un gato. Las aletas dorsales y pectorales están provistas a menudo de espinas
puntiagudas, algunas veces venenosas, que utilizan como defensa y que
pueden ocasionar heridas graves. Algunos miembros de distintas familias
del pez gato de América están cubiertos de placas óseas embutidas bajo la
piel lisa. Estos peces presentan dos pares de barbillas, unas muy
largas y otras muy cortas; sus dientes son menudos y abundantes.
El pez gato más común fue introducido en Europa proveniente de
Norteamérica y ha prosperado, sobre todo en Europa central. Tiene cuatro
barbillones en la mandíbula superior y cuatro en la inferior y habita
en ríos de curso lento. Se conoce como pez gato grisáceo. Una especie
europea, el siluro o glano, es el pez gato más grande, hay datos sobre
algún ejemplar que ha alcanzado los 290 kg de peso y los 4 m de largo.
El pez gato eléctrico del río Nilo
y del centro de África tropical es capaz de producir descargas
eléctricas. Otro pez gato singular es el pez gato caminante, que es
originario de la India oriental y del sureste de Asia. Esta especie se
descubrió en 1968, cerca de Boca Ratón, en Florida (EE. UU.), importada por comerciantes de peces tropicales. Su longitud máxima es de 56 cm.
Durante la estación seca el pez gato 'pasea' por los terrenos inundados
en la estación lluviosa, combinando un movimiento de deslizamiento con
fuertes sacudidas de la cola. Además, introduce en el interior de la
tierra una poderosa espina de cada aleta pectoral a modo de pértiga que
propulsa el pez hacia adelante. Es capaz de respirar por medio de una
modificación del arco branquial, que forma una cámara de aire.